Ser despedidos es una de las principales causas de ansiedad que existen. Cuando ocurre, inmediatamente somos empujados fuera de nuestra zona de confort, situándonos en un territorio marcado por la incertidumbre, el desánimo y muchas veces, el drama. Es en este momento cuando nos preguntamos: ¿Qué hacer si me han despedido?
Sin embargo, a pesar de las dificultades que podamos experimentar, para muchas personas es una oportunidad de cambiar y redirigir sus carreras profesionales hacia nuevos proyectos cargados de ilusión, pasión y realización.
El despido
Por norma general, cuando somos despedidos solemos sufrir de ansiedad. De repente, de la noche a la mañana, aquello que nos daba estabilidad y seguridad se nos es arrancado, lo que nos lleva a situarnos directamente en un contexto de fragilidad e incertidumbre. Todo por lo que hemos luchado, nuestros proyectos profesionales y personales, corren el riesgo de derrumbarse como un castillo de naipes.
La falta de ingresos llega a afectar a todas las esferas de nuestra vida y es entonces cuando en nuestra mente surgen pensamientos del tipo: ¿Qué va a ser de mí ahora? ¿Cómo voy a encontrar trabajo a mi edad? ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo voy a pagar la hipoteca? ¿Cómo voy a sostenerme económicamente? ¿Qué van a pensar de mí los demás? ¿Y mi familia?…
Este tipo de pensamientos son completamente normales como consecuencia inmediata a un despido. Sin embargo, si se prolonga demasiado en el tiempo puede convertirse en una situación complicada en la que viviremos nuestra vida como si fuera un drama.

¿Qué voy a hacer si me han despedido? Vivir el drama
Caer en una espiral de pensamientos negativos implica inevitablemente que se tiñan de negro los cristales con los que vemos la realidad. A nivel profesional, esta situación provoca ver las oportunidades como problemas.
En este estado mental, ni si quiera conseguiríamos ver los nuevos retos profesionales que están delante de nuestras narices. Todo parece ser inalcanzable, sometido a demasiado riesgo y muy complejo. Es la consecuencia directa de sufrir de ansiedad, estrés.
Cuando nos encontramos bajo el embrujo del drama, las alternativas que tenemos a nuestro alcance son muy escasas y nos vemos completamente limitados. Como consecuencia, no seremos conscientes de la oportunidad de reinventarnos profesionalmente para cambiar de profesión, de emprender o de empezar nuevos proyectos profesionales.
Dicho de otra forma. El tren de la oportunidad pasará de largo y ni siquiera nos habremos dado cuenta, porque sólo seremos capaces de ver problemas.
Para poder evitar esto, es importante que poco después de ser despedidos podamos trabajar en nuestro Diálogo Interior. Es decir, en necesario comenzar a ver la situación en la que estamos inmersos de manera positiva y realista, con la firme intención de mejorarla.
¿Qué hacer si me han despedido? ¿Es un problema o una oportunidad?
Sin embargo, ¿Qué es lo que ocurre para otras muchas personas? Para ellas, la experiencia de ser despedido supone un punto de inflexión en sus carreras profesionales y la oportunidad de poder dedicarse a una profesión que realmente les apasione y les llene.

Según el estudio de la empresa Gallup sólo al 13% de las personas les gusta su trabajo. Lo que implica que hay muchas personas que se sienten frustradas, desmotivadas y perdidas.
Si así nos ocurre a nosotros, una vez hemos sido despedidos, podemos aprovechar la experiencia para tomarnos una pausa en el camino. Un momento para reflexionar sobre qué es lo que queremos hacer y si nos merece la pena volver a la situación anterior; incómoda, frustrante y con muy poca motivación, pero que nos proporcionaba seguridad y estabilidad.
El desempleo puede ser el infortunio que necesitamos para explorarnos a nosotros mismos y considerar nuevos retos profesionales llenos de ilusión y motivación. Proyectos que se ajusten mejor a nuestros valores, pasiones, habilidades y recursos.
Muchas de las oportunidades surgen en momentos de crisis vitales, es decir, en situaciones en la que nos vemos forzados a realizar cambios.
A veces el éxito suele disfrazarse de fracasos temporales.
¿Qué tenemos que hacer para reinventarnos profesionalmente?
¿QUé hacer si me han despedido? La reinvención profesional consiste en trabajar en otra profesión de manera sostenible en el tiempo. Bien por cuenta ajena o bien por cuenta propia. Y para ello podemos seguir los siguientes pasos:
- Dejar de vivir en el drama. Es decir, dejar atrás el papel de víctima. Si seguimos viviendo este papel será imposible reinventarnos profesionalmente ya que veremos cualquier tipo de cambio como imposible. Para evitarlo, una de las mejores maneras es trabajar en nuestro Diálogo Interior. Necesitamos sentirnos capaces, motivados y empoderados para hacer frente a todas las dificultades que se nos puedan presentar en el camino.
- Determinar qué es lo quieres hacer. Esto es, definir tus objetivos profesionales en función de lo que realmente te gusta y te llena. Para ello es importante analizarse a uno mismo y ver qué es aquello que te apasiona y se te da bien hacer. Es decir, descubrir el Vínculo Pasión y Talento.
- Desarrollar un proyecto profesional viable. Es la hora de bajar a la tierra las diferentes ideas y sueños que podamos tener para diseñar un proyecto profesional realista y económicamente viable, adaptado a nuestras circunstancias, capacidades y recursos. Es decir, construir un plan estratégico.
Está en nuestra mano poder ver el despido como la oportunidad de hacer un cambio profesional. Dejar atrás el drama significa estar abiertos a nuevas alternativas y oportunidades, con la misma mirada de curiosidad que puede tener un niño.
Y a partir ahí, analizar nuestras ideas para ver si pueden en verdad realizarse.
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