Si estamos en el proceso de reinvención profesional, es normal que nos sintamos como si estuviéramos en una montaña rusa de emociones. Ilusión, frustración, esperanza, desmotivación… en concreto, en este artículo, hablaremos de los 4 miedos de la reinvención profesional que nos limitan, sabotean y provocan que no podamos seguir avanzando.
Llegar a aprender a gestionarlos es esencial si queremos hacer realidad nuestros objetivos. Una parte importante del éxito depende de ello.
El juego interior
Una de las grandes aportaciones que ha tenido el coaching es descubrir la importancia y el impacto de las emociones y pensamientos en los resultados y en la toma de decisiones.
En el libro El Juego Interior del Tenis, escrito por Timothy Gallwey, el autor desglosa y diferencia el doble juego al que se enfrentan los tenistas cuando tienen un partido. Uno de esos juegos es contra el rival. Y el otro, contra sí mismos. Su interior. Sus pensamientos.
Timothy Gallwey descubrió que los pensamientos negativos como estoy demasiado cansado, el rival es mejor, o no estoy jugando bien… llegaban a afectar dramáticamente a la precisión y a la calidad del juego del tenista. Situación que, en un alto nivel, podía suponer la diferencia entre la victoria y la derrota.
Dejando atrás el mundo deportivo y volviendo de nuevo al tema que nos atañe, ¿Cómo es entonces el juego interior de alguien que quiere reinventarse?
Los 4 tipos de miedos ante la reinvención profesional
Bien es sabido que cuando queremos hacer un cambio, sea del tipo que sea, nos vemos obligados a salir de nuestra zona de confort. Lo que nos lleva, inevitablemente a experimentar el miedo.

El miedo es una de nuestras emociones primarias y cumple la función adaptativa esencial de protegernos para garantizar nuestra supervivencia. Antiguamente, nos ayudaba a anticipar, evitar y escapar de muchas amenazas y peligros que ponían en riesgo nuestras vidas.
Sin embargo, actualmente vivimos en sociedades civilizadas y en muchos casos esta emoción se ha vuelto disfuncional. El miedo se apodera de nosotros y nos bloquea, nos paraliza y nos limita cuando queremos perseguir nuestros objetivos. Y a la hora de hacer un cambio profesional, hay en concreto 4 miedos que merecen nuestra atención:
- Miedo al Fracaso. Es la sensación que nos invade cuando pensamos que las cosas no van a salir bien. Generalmente viene acompañada de pensamientos como por ejemplo ¿Qué voy a hacer si sale mal?, no sé si soy suficientemente bueno para lograrlo, es muy difícil lo que me he propuesto, no sé si soy capaz de conseguirlo… Es en ese momento cuando nos sentimos pequeños, débiles, como si estuviéramos enfrentándonos contra Goliat. Este tipo de miedo responde a nuestra necesidad de éxito para poder seguir avanzando.
- Miedo a la pérdida de recursos. ¿Y si pierdo toda la inversión que he realizado? ¿Y si no tengo resultados y me quedo sin nada? ¿Voy a hipotecar mi vida?… Este temor, nace de nuestra herencia genética del riesgo que suponía la pérdida de recursos para nuestra supervivencia.
- La falta de seguridad. Otro de los miedos más comunes es el que trae el simple hecho del cambio. Embarcarnos en un proceso de reinvención profesional implica penetrar en lo desconocido, no pisar suelo firme, y sentir inestabilidad. En esta situación es normal que te asalten pensamientos del tipo ¿A dónde voy? ¿Qué estoy haciendo? ¿Merece la pena?…
- Miedo al qué dirán. Otra de las emociones habituales es la sensación de crítica y desaprobación que se siente al considerar muy valiosa e importante la opinión de los demás. Muchas veces ocurre que llevamos tanto tiempo anclados en una misma dirección profesional que, a la hora de un cambio importante, se pone en tela de juicio nuestra cordura ante familiares, amigos y conocidos. Este miedo aparece debido a la necesidad de pertenencia al grupo. En el pasado, la crítica podía suponer la expulsión del grupo y, por tanto, enfrentarse a los peligros y dificultades sin su ayuda. Una forma que tiene de alimentarse este miedo es mediante pensamientos como ¿Qué dirán los demás? o ¿Qué pensarán las personas de mi escuela, de mi trabajo o mi familia?

Para poder hacer frente a estos miedos es necesario aprender a gestionarlos correctamente. No se trata de eliminar el miedo. Éste cumple una función vital en nuestras vidas. Sino que tenemos que aprender a saber llevarlo. El objetivo es convivir con él.
Para ello, podemos utilizar la técnica de Reencuadre (cambio de perspectiva). Esta técnica nos permitirá poder tomar decisiones y acciones sin que el miedo lo haga por nosotros.
El primer paso consiste en trabajar en nuestro Diálogo Interno (¿Cómo te hablas a ti mismo?). Con ello lograremos tener una visión optimista y al mismo tiempo realista de las situaciones.
De esta forma, conseguiremos tener el Juego Interior adecuado para poder hacer frente al miedo que naceal querer reinventarse profesionalmente y poder seguir avanzando en nuestra aventura
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