¿Realmente sabes lo que es meditar? ¿No lo estarás confundiendo con Mindfullness? Lee este artículo para saber qué es exactamente la meditación y aprende a meditar en 6 sencillos pasos.
En los últimos años, la práctica de la meditación se ha extendido como la pólvora en los países occidentales. El presente artículo tiene la misión de dejar claro en qué consiste, cómo se realiza y cuáles son sus beneficios.
¿Qué es la meditación?
Una de las confusiones más comunes que nos encontramos hoy en día es que se suele confundir la meditación con el mindfullness. Si bien es cierto que a simple vista pueden parecer lo mismo, la realidad es que presentan diferencias muy notables.
El midfullness se puede considerar como la actitud o predisposición de mantenernos concentrados en el aquí y el ahora. Es el esfuerzo voluntario de mantenernos en el momento presente, abiertos a cuanto acontece a nuestro alrededor, sin permitir que pensamientos sobre el futuro o sobre el pasado nos invadan. Una manera de sentir la vida. Una manera de experimentar la inmediatez del momento presente que no implica además estar sentado con los ojos cerrados, tal y como ocurre con la meditación.
Por otro lado, meditar tiene objetivos diferentes al mindfullness ya que pretende obtener claridad mental y adiestrarnos en la virtud para conseguir felicidad duradera.
Por norma general, nuestra mente suele estar muy dispersa y distraída ya que nos invade el flujo incesante de pensamientos y emociones, el cual, no somos capaces de controlar.
Sin ser consciente del todo, nos vemos sometidos a vivir con un permanente ruido mental, siendo víctimas de todo tipo de perturbaciones como el enfado, la tristeza, la apatía, la frustración y demás pensamientos y emociones negativas.
Para poder calmar nuestra mente tenemos que concentrarnos en un objeto de meditación, es decir, mantenernos focalizados en la respiración, en las sensaciones del cuerpo, o cualquier otro “lugar” que nos permita “sujetar” la mente.
Al cabo de unos minutos comenzaremos a sentir que la vorágine de pensamientos y emociones va desapareciendo, dejando espacio a la claridad mental. Es decir, una mente asentada y tranquila. Esta serenidad de la mente, trae consigo paz interior.
“Cuando el mar está encrespado, el sedimento del fondo se agita y el agua se enturbia; pero cuando el viento cesa, el lodo se deposita en el fondo de manera gradual y el agua se vuelve transparente.” Gueshe Kelsang Gyatso
Posteriormente, una vez nuestra mente esté calmada, podemos incorporar el análisis y la imaginación para desarrollar virtudes como el amor, la bondad, la generosidad, la compasión, el perdón… Generalmente solemos actuar por costumbre y la finalidad de la meditación es conseguir adiestrar a la mente en la virtud que deseamos desarrollar para conseguir estar mucho más predispuestos a actuar conforme a esa virtud, y por tanto ser más felices.
Aprende a meditar en 6 sencillos pasos
- Preparación inicial.
Siéntate con las piernas cruzadas sobre un cojín. En caso de que te duela la espalda, puedes hacerlo sobre una silla. Lo importante es que la espalda esté recta, pero no tensa. Tus manos deben estar reposadas sobre el regazo. Las palmas de las manos orientadas hacia arriba. Los dedos de la mano derecha sobre los dedos de la mano izquierda y los dos pulgares ligeramente unidos. Para evitar la salivación, apoya la lengua sobre el paladar, con la punta detrás de los dientes. A la hora de respirar, hazlo por la nariz. Si tu mente se distrae con pensamientos e ideas, vuelve a concentrarte. Con la práctica, las distracciones irán desapareciendo. Por último, cierra los ojos.
2. Motivación inicial.
Dedica unos segundos a pensar en lo que quieres conseguir mediante la meditación.
3. Concentración.
Concéntrate en la respiración o en cualquier objeto de meditación. Sentirás la inercia de tu mente por divagar y distraerse. No te preocupes, es algo normal. Cuando ocurra esto vuelve a concentrarte. Con el tiempo irás mejorando.
4. Claridad.
Pasados unos minutos sentirás que has obtenido claridad mental. A partir de aquí puedes utilizar la imaginación o el análisis para adiestrar tu mente en la virtud. Por ejemplo, imagínate a ti mismo dando amor a los demás.
5. Agradecimiento.
Después de unos minutos, agradece cómo te sientes y dedícaselo a alguien.
6. Abre los ojos lentamente.
Hoy en día, tenemos la suerte de poder aprovechar la milenaria práctica de la meditación, ese regalo de oriente.
Siguiendo estos 6 sencillos pasos podremos empezar poco a poco a aprender a gestionar nuestros pensamientos y emociones y enriquecer nuestras vidas siendo más felices.
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