Los valores son la huella del Ser. Son los principios fundamentales de toda persona que guían sus pensamientos, palabras y acciones. Es la materia prima que forja nuestra identidad. Aquello que nos define y nos configura.
Descubrirlos, es reconocernos en el espejo.
Apreciarlos, es abrazarnos a nosotros mismos.
Honrarlos, es sentirnos orgullosos de ellos.
Toda conducta viene determinada por una intención. Por tanto, si una persona quiere emprender un nuevo proyecto profesional, quizás su intención podría ser cambiar de profesión o simplemente dejar de estar bajo las órdenes del jefe. O si una persona decide empezar una relación de pareja, su intención podría ser iniciar un proyecto familiar o el deseo de sentirse querido o querida.
Pero, ¿Qué hay detrás de muchas de las intenciones? ¿Qué es aquello que actúa como fuerza motivacional que empuja nuestra intención para convertirse en acción? Son los valores. La huella impresa de nuestro Ser. Unos principios, tan profundos para nosotros, que cuando los expresamos a través de la conducta nos sentimos en comunión con nosotros mismos. En conexión con nosotros mismos. Juntos, configuran el puzle de nuestra identidad.

Escala de valores
Si pudiéramos deshacer el puzle del Ser, tendríamos cientos de piezas. Cientos de valores. Y nos encontraríamos con piezas de diferentes tamaños. Piezas enormes, grandes, medianas y pequeñas en función de la importancia de un valor u otro. No todos los valores son igual de importantes para nosotros. Lo que para unos puede ser primordial, para otros no tiene tanta importancia.
Para Martin Luther King la libertad y la justicia tejían el estandarte que guiaba sus pasos. En James Cook, el explorador que recorrió el pacífico, la aventura y el deseo de conocer nuevos mundos construían la brújula que guiaba el timón de su barco. Para Michael Jordan, la perseverancia, el esfuerzo, el éxito y la competitividad formaban parte de las deportivas con las que salía a jugar.
Por tanto, todos tenemos una serie de valores que conectan de una forma especial con nosotros. ¿Cuáles son los tuyos?
El descubrimiento de la identidad
Ayudar a descubrir los valores es una de las tareas fundamentales de quienes nos dedicamos al mundo del desarrollo personal. Como Coaches, ayudar a nuestros clientes al reconocimiento de su identidad es parte del proceso de la toma de conciencia de uno mismo.
Para descubrirlos, una de las mejores formas de hacerlo es mediante el Valor de los valores. Un “juego” en el que tendremos que seleccionar, jerarquizar y elegir entre muchos y variados valores. El objetivo del juego consiste en que al final nos quedemos con aquellos con los que más nos sintamos identificados.

Por esta razón, averiguar los valores que construyen nuestra identidad es vital en nuestro proceso del descubrimiento de nuestro propósito. Forma parte del autoconocimiento y es importante tenerlos en cuenta a la hora de definir estrategias y objetivos.
Los valores guían nuestros pensamientos, palabras y acciones. Estar alineados con ellos es honrarte a ti mismo. Estimarlos y tenerlos en cuenta es una de las mejores formas para estar bien y ser feliz.
Como dijo Ghandi, “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía.”
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