Tenemos que aprender a gestionar los tiempos de espera para tener más paciencia.
Hoy en día, en los tiempos de lo inmediato, estamos acostumbrados a obtener las cosas casi de forma instantánea. Podemos tener cualquier información con un sólo clic y comunicarnos los unos con los otros en cuestión de segundos.
Sin embargo, este nivel de desarrollo social y tecnológico ha provocado una incapacidad generalizada en la manera en que gestionamos la espera. Se puede respirar la falta de paciencia por doquier.
En este artículo se hablará de 9 trucos para poder mejorar la paciencia. Es una de las virtudes más valoradas por los sabios y ocupa un lugar importante en el refranero español.
“La paciencia es la madre de todas las virtudes”

¿Qué es la paciencia?
La palabra paciencia proviene del latín patientia, que quiere decir “cualidad del que sufre”. Como viene indicando su propio significado, esperar muchas veces conlleva sufrimiento, por lo que nos es necesario desarrollar una cualidad que nos ayude a combatirlo.
De esta forma, la paciencia es ante todo una actitud. Esta virtud no se reduce al acto de esperar, sino que abarca la actitud del que espera. Es la capacidad de saber esperar en un contexto adverso, hostil, marcado por las dificultades y/o la incertidumbre, sin llegar a perder la calma, sin sentirnos arrastrados por las prisas y por un torbellino de emocional.
“La paciencia es la aceptación de que las cosas pueden pasar en un orden distinto al que tenías en tu mente” David. G. Allen
Esta virtud, no sólo nos ayuda a combatir el sufrimiento que trae consigo la espera, sino que también nos aporta claridad a la hora de tomar decisiones. Nos permite evaluar las situaciones de manera racional desde un estado de serenidad. Al ser pacientes, activamos el lóbulo frontal, sin permitir que nuestro juicio quede nublado por las emociones del sistema límbico del cerebro.
Esta “cualidad del que sufre” es uno de los requisitos imprescindibles del autocontrol y de la resiliencia y la buena noticia es que se puede desarrollar y mejorar. Los siguientes 9 trucos te ayudarán en ese proceso.
“La paciencia es una virtud que se conquista” Geoffrey Chaucer
9 trucos para mejorar
- Relativiza la situación. Consiste en ver lo que nos angustia desde un ángulo diferente. Para ello, evalúa la importancia que tiene respecto a la totalidad de tu vida. Se trata de no exagerar. De quitar hierro al asunto.
- Relativiza el tiempo. Generalmente, la impaciencia surge porque sentimos que aún tenemos que esperar demasiado. Para solucionarlo, podemos evaluar el tiempo desde la distancia. Pregúntate: ¿Tanto supone esperar semanas, meses, o años en la totalidad del tiempo de mi vida?
- Intenta ser positivo. El positivismo nos proporciona fuerza, esperanza y hace que la espera sea más liviana.
- Toma conciencia de lo que está en tu mano y de lo que no. Trata de trocear aquello que te impacienta. Seguramente te des cuenta de que una parte no depende de ti. Te sentirás más aliviado y te será más fácil esperar.
- Utiliza el sentido del humor. Intenta ridiculizar la situación que tanto te angustia. Reírse de uno mismo hace reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés y de la ansiedad.
- Escribe aquello que te causa intranquilidad. Escribir es una magnifica forma de liberar emociones y no reprimirlas.
- Distráete de manera activa, no pasiva. Busca actividades que necesiten bastante concentración. Ver la televisión o dar un paseo no requieren de demasiada, por lo que sólo conseguirás volver a pensar en lo que te impacienta.
- Practica regularmente mindfullness. Estar en el aquí y el ahora es una de las mejores formas de aprender a controlar tu mente y de entrenar la virtud de la paciencia.
- Practicar la espera. El arte de esperar, como cualquier otra disciplina, necesita de práctica. La paciencia es como un músculo y puede que ser entrenada. Puedes hacerlo si estás en un atasco, o mientras esperas a alguien, o si estás esperando resultados.

Deja una respuesta